
¿Qué tienen las turquesas que nos enamoran? Conocidas y valoradas desde la antigüedad, si las miramos durante unos instantes nos atrapa su belleza.
Turquesa piedra
Ese color azul verdoso provocó fascinación durante miles de años como cuando eran sacadas de las antiguas minas del Sinaí, en Egipto, explotadas ya en el 2000 a.c. pero no fueron los egipcios los únicos embelesados por su intensidad. Los incas, persas y aztecas vieron en ella una piedra única y poderosa y se utilizaban para hacer joyas como brazaletes, amuletos y mosaicos.
Turquesas: significado
Considerada la piedra de la amistad, el bienestar y la suerte. La turquesa es una piedra sanadora muy eficaz que ofrece bienestar al cuerpo y espíritu. Al ser una piedra protectora, ha sido usada como amuleto desde tiempos remotos, pues fomenta la sintonía espiritual y potencia la comunicación con los mundos físico y espiritual.
El color turquesa
Es por lo general es un mineral frágil cuya oxidación natural al contacto con el aire hace que cambie su color. Su brillo es ceroso e incluso vidrioso, su color varía del azul cielo al azul verdoso o el verde amarillento, o el morado más intenso. Es sabido que las gemas con vetas aumentan o bajan de valor según el sitio de donde se extraigan y la turquesa es un claro ejemplo de ello.
En la siguiente imagen podemos ver la turquesa verde de Arizona, la morada y la azul reconstituida.


¿Cómo se limpian las turquesas?
La limpieza de la turquesa es sencilla pero delicada por sus frágiles características. Cabe resaltar que en este caso está completamente prohibido hacer uso de jabones; tan solo hay que limpiar la pieza con un paño o un cepillo de dientes muy suave y enjuagar la pieza con agua tibia. Se ha de secar con un paño y dejar al aire libre hasta estar completamente seca, pero no al sol directo.